Un tipo de batería solar para cada necesidad
Aunque todas las baterías pensadas para instalaciones solares que se venden en la actualidad tienen una calidad muy superior a las que se vendían hace unos años, hay distintos tipos y calidades, cada una de ellas preparadas para ofrecer su mejor rendimiento en algunas circunstancias especiales. Entre lo que hay que considerar acerca del tipo y modelo de batería, hay que pensar en la normativa referente a los componentes de la batería.
Entre los distintos tipos de baterías que existen en el mercado, hay algunas que utilizan elementos que no están permitidos para determinados espacios y que hay que tener en cuenta para realizar la instalación más adecuada, no solo para obtener el mejor rendimiento sino también para cumplir con las normativas vigentes.
Algunos espacios están regulados por normativas específicas y requieren una equipación concreta
Por ejemplo, una instalación que vaya a realizarse en una empresa de manipulación de alimentos o bebidas no puede tener baterías que contengan plomo ácido. Esta sustancia puede resultar peligrosa si hay una fuga y se ha de evitar en estos y otros casos.
Las baterías OPZV, por ejemplo, utilizan un electrolito en forma de gel que es mucho más seguro y permite un manipulado más adecuado para este tipo de instalaciones. Su vida útil es elevada y tienen una ventaja adicional: requieren un mantenimiento casi nulo, así que puede instalarse en lugares donde no se hay gente y no se visita con frecuencia.
Antenas de telecomunicaciones, faros y sistemas de instalaciones solares que no necesiten de la presencia humana para su mantenimiento. Este tipo de baterías está sellada y no representa ningún tipo de peligro, ya que no se producen fugas por el paso del tiempo. El resto de la instalación ha de estar preparada para trabajar con este tipo de baterías y hacer que funcione de la manera más eficiente posible y ofrezca la solución que se busca en cada caso.